Ya hemos dejado atrás las navidades. Hoy es el primer lunes con semana completa de trabajo y tal vez nos parezca imposible de llevar, ¿verdad?
Tranquilidad, que no va a ser tan terrible. Es cuestión de motivación, exactamente igual que en el caso de las dietas de adelgazamiento.
Hemos estado navegando por internet en busca de planes de entrenamiento y dietas que nos ayuden a quitarnos los kilos que se nos han pegado estas fiestas (tres kilos de media según los expertos). Es bien seguro que nosotros no tenemos tal problema porque durante las navidades nos hemos cuidado con nuestro plan Manasul. Aún así, queremos dedicar este post a las personas con más dificultades a la hora de mantener la constancia que requiere una rutina de alimentación.
Vamos a hablar de salud, de perder peso, de constancia y de motivación. Porque la motivación es tan importante como una ajustada tabla de ingesta de calorías en una dieta. Es la clave que nos dará la constancia necesaria para lograr el éxito. ¿Y cómo evitamos caer en la desmotivación?
Pues son varios los factores que debemos tener en cuenta. En primer lugar, el deporte nos ayudará a sentirnos satisfechos. La actividad física estimula y ayuda a generar sensación de bienestar con uno mismo. En segundo lugar, darnos algún caprichito también nos ayudará. Sí, sí. Un caprichito de alguna de esas delicias que tanto nos gustan. Obviamente cuando decimos capricho no nos referimos a atracón, pero de manera controlada y moderada, aquellas cosas que más nos gustan tomadas a modo de ‘premio’ por el trabajo bien hecho nos otorgan la fuerza suficiente para continuar hacia delante por el buen camino. Son como la palmadita en la espalda de un amigo.
Y es que la prohibición de ciertos alimentos en dietas restrictivas provoca un claro efecto desmotivador. En declaraciones recogidas por estarbien.com, la psicóloga experta en coaching, Eva Hidalgo, asegura que dejar de disfrutar de repente de algo a lo que estábamos acostumbrados se vive como un castigo, lo que es sin duda contraproducente. Además, asegura que premiarse con algún capricho “permite reconocer y celebrar todo el esfuerzo hecho y ayuda a mantener la motivación. Este refuerzo positivo va a hacer que la persona se sienta motivada. En el caso de una dieta, por ejemplo, va a ayudarle a ser constante“. Por ello, darnos algunos caprichos gastronómicos podría ayudar a mantener la dieta.
Esto acompañado de nuestra rutina Manasul después de la cena nos aportará la fuerza que necesitamos para disfrutar de los resultados que nos vaya dando nuestra dieta. Cada día veremos cómo nos vamos encontrando mejor con nuestra figura y eso, eso sabemos que vale la pena y mucho.
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